Más de un 90% de los europeos y norteamericanos sufre algún resfriado al año y casi la mitad padece de varios durante el mismo período. Probablemente, cualquier persona conoce tan bien como los médicos los síntomas de esta dolencia. La nariz gotea, los estornudos son continuos, la garganta está irritada y en ocasiones aparece dolor de cabeza. A continuación, es muy probable que surja la fiebre o tos.
En los adultos, los resfriados no acostumbran a ser graves. Sin embargo, los síntomas del resfriado en los niños pueden ser en realidad la primera muestra de alguna otra enfermedad más grave, como el sarampión o la difteria. Por esto los niños que sufren resfriados deben ser atendidos de inmediato.
El resfriado tarda entre uno y tres días en desarrollarse. El resfriado común tiene tres estados; el primero es el estado “seco” que no dura mucho. En este periodo la nariz está seca e hinchada, la garganta irritada y los ojos ligeramente llorosos. En el segundo estado, aparece el goteo de nariz. Finalmente, la nariz “gotea” sin cesar y surge la fiebre y la tos.
Pero, ¿qué es el resfriado común? ¿Qué lo motiva? Podríamos describirlo como una inflamación aguda de las vías respiratorias, aunque saber eso no nos ayuda en gran cosa. La ciencia médica, sencillamente, no tiene una causa específica del resfriado común.
Sin embargo, en general existe la opinión de que la infección es causada por alguna clase de virus. Este virus vive probablemente en la garganta en todo momento y no produce efecto a menos que el cuerpo sufra una reducción en sus defensas. Existen bacterias y virus diversos que actúan del mismo modo que el de los resfriados: viven en la boca o en la garganta esperando el momento en que las defensas del cuerpo disminuyen para provocar entonces enfermedades como el resfriado.
El virus del resfriado parece tener la propiedad de debilitar el organismo hasta el punto de que otras bacterias y virus perjudiciales vean expedito su camino para provocar infecciones.
Así pues, el mejor modo de evitar un resfriado consiste en mantener alta la resistencia mediante una buena alimentación, mucho sueño y descanso, ropas adecuadas y evitando en lo posible el contacto con personas resfriadas.
Ante el resfriado lo más adecuado es adoptar una postura preventiva; a pesar de que es una enfermedad a la que estamos habituados, no por ello debe restársele importancia, es conveniente ingerir bebidas calientes y zumos de fruta que aliviarán las molestias de la garganta y la sed producida por la fiebre. Los antibióticos sólo deben de utilizarse en los casos aconsejados por los médicos.
Generalmente, los resfriados evolucionan sin que se presenten complicaciones. No obstante, algunas veces, se produce una inflamación en el seno frontal o en el seno del maxilar superior o queda afectado el oído interno.
Los buenos hábitos de salud son importantes para prevenir la propagación del resfriado común, incluyendo:
📌Lavado frecuente de manos con agua y jabón.
📌Usar desinfectantes de manos a base de alcohol cuando el jabón y el agua no están disponibles.
📌Evitar el contacto cercano con personas enfermas.
📌Toser y estornudar en el codo o usar un pañuelo (y desecharlo inmediatamente)
📌Evitando tocarse los ojos, la nariz y la boca.
📌Buenas prácticas de higiene, como limpiar y desinfectar superficies susceptibles de ser contaminadas y tocadas por otros.
Curiosamente y aunque no existe relación aparente entre el urbanismo y la incidencia de los resfriados, estos aparecen más comúnmente entre los oficinistas que entre los que trabajan al aire libre y los norteños más que los meridionales; se cree que en el caso de las oficinas es por el uso del climatizador de aire.
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