Vamos a conocer sobre este material de construcción en esta entrada así que comencemos!
Contenido
|
Un poco de historia
La arquitectura a base del uso del ladrillo obedece a una cuestión de adaptación al medio: los países que lo utilizaron carecían de piedra y abundaban en arcilla. La primera mezcla utilizada se componía de arcilla con arena y paja machacada que, luego se secaba al sol. Otra clase de ladrillo igualmente antiguo se cocía al fuego. El primero de estos dos tipos fue el más usado y era el más habitual para todo tipo de construcciones, salvo para aquellas que eran especiales o de lujo.
Los primeros en construir con ladrillo fueron los Caldeos que transmitieron su estilo incluso a los Asirios pese a que estos poseían importantes canteras de piedras. En Persia el empleo de ladrillos quedó en un segundo plano, restringido a las construcciones populares: casas pequeñas con muros abovedados. Los ladrillos con esmaltes se utilizaron, no obstante, para decorar palacios.
También los Griegos y los Egipcios construyeron gran número de edificios valiéndose de los ladrillos, pero en ninguno de ambos casos la arquitectura con este material alcanza valores notables.
¿En qué consiste un ladrillo?
El 90% de los ladrillos están hechos a base de arcilla. La arcilla es una sustancia mineral muy abundante, formada por minúsculas partículas de roca. Algunas clases de arcilla proceden de la desintegración de las rocas a causa de la erosión. La arcilla se encuentra en la mayor parte de la superficie terrestre, muy a menudo en los lechos de ríos y lagos.
Cuando está húmeda, la arcilla se vuelve resbaladiza y plástica( es decir, fácil de moldear). Cuando está seca, se endurece y toma consistencia de piedra. Si la arcilla se calienta a elevadas temperaturas (unos 450°C) se produce en ella una transformación química y deja de ser plástica aunque se humedezca.
Esto significa que los ladrillos de arcilla cocida al horno pueden mojarse sin volverse blandos ni perder su forma. Los ladrillos se cuecen a una temperatura de 900 a 1,200°C; a partir de unos 550°C los ladrillos se vuelven de color rojo, oscureciéndose a medida que aumenta la temperatura.
¿Cómo se fabrica un ladrillo?
Básicamente, la fabricación de ladrillos no ha cambiado demasiado desde la antigüedad, excepto que ahora la mayor parte del trabajo se hace a máquina. La arcilla se extrae con excavadoras mecánicas y una vez seca, se tritura en máquinas especiales y se tamiza para obtener partículas de tamaño uniforme. Después, la arcilla se mezcla con agua hasta formar una pasta espesa y entonces se hace pasar bajo presión a través de unas boquillas de forma cuadrada, como una tira gigante de pasta dentífrica de sección cuadrada. Esta tira se corta luego en pedazos del tamaño apropiado, mediante cuchillas o alambres; los ladrillos blandos así obtenidos se secan primero en túneles calentados y acto seguido se transportan en pequeñas vagonetas hasta los hornos para el cocido.
Un ladrillo corriente es capaz de soportar una carga de unos 350 kilogramos por centímetro cuadrado sin romperse.
¿Cuáles tipos de ladrillos existen?
Ya que conocemos brevemente la historia del ladrillo es bueno saber que no todos son iguales; vamos a mencionar algunos tipos de ladrillos populares en las edificaciones:
Ladrillo Tradicional (cocido de arcilla)
Los ladrillos de arcilla fueron uno de los primeros producidos por los hombres con fines de construcción que resultaron ser fáciles de producir, resistentes y duraderos, como lo atestiguan los numerosos ejemplos que se pueden ver en todo el mundo que soportaron siglos de duras condiciones climáticas y guerras.
Se producen simplemente mezclando arcilla y agua. Los métodos de endurecimiento evolucionaron desde el secado por el sol hasta los hornos industriales, lo que permitió aumentar la resistencia y la durabilidad. Su presentación es un bloque sólido de tierra cocida en hornos; es pegado entre hiladas con mortero de cemento y arena.
Ladrillo de adobe (ladrillos de barro y paja)
Un adobe es un material de construcción natural mezclado a partir de arena, arcilla y paja, estiércol u otros materiales fibrosos, que se forma en ladrillos usando marcos y secado al sol. Las estructuras construidas con ladrillo de adobe son extremadamente duraderas; los edificios construidos con este tipo de ladrillo ofrecen ventajas significativas en climas cálidos y secos, ya que permanecen más fríos puesto que el adobe almacena y libera calor muy lentamente.
Este tipo de ladrillo se puede fabricar con cualquier tipo de tierra, no es obligatoria una mezcla precisa de arcilla y arena. Son puestos a secar al Sol y en pocos días quedan listos aunque ojo: la calidad de los ladrillos van de la mano con la calidad de la tierra.
Ladrillo refractario
El ladrillo refractario se utiliza normalmente en ambientes de alta temperatura debido a su falta de inflamabilidad y porque es un aislante decente, lo que reduce la cantidad de pérdida de energía. El ladrillo refractario se compone típicamente de óxidos de aluminio y sílice.
Son utilizados comúnmente para revestir parrillas, calderas, ollas de aceración y hornos rotatorios.
La arquitectura a base del uso del ladrillo obedece a una cuestión de adaptación al medio: los países que lo utilizaron carecían de piedra y abundaban en arcilla. La primera mezcla utilizada se componía de arcilla con arena y paja machacada que, luego se secaba al sol. Otra clase de ladrillo igualmente antiguo se cocía al fuego. El primero de estos dos tipos fue el más usado y era el más habitual para todo tipo de construcciones, salvo para aquellas que eran especiales o de lujo.
Los primeros en construir con ladrillo fueron los Caldeos que transmitieron su estilo incluso a los Asirios pese a que estos poseían importantes canteras de piedras. En Persia el empleo de ladrillos quedó en un segundo plano, restringido a las construcciones populares: casas pequeñas con muros abovedados. Los ladrillos con esmaltes se utilizaron, no obstante, para decorar palacios.
También los Griegos y los Egipcios construyeron gran número de edificios valiéndose de los ladrillos, pero en ninguno de ambos casos la arquitectura con este material alcanza valores notables.
¿En qué consiste un ladrillo?
El 90% de los ladrillos están hechos a base de arcilla. La arcilla es una sustancia mineral muy abundante, formada por minúsculas partículas de roca. Algunas clases de arcilla proceden de la desintegración de las rocas a causa de la erosión. La arcilla se encuentra en la mayor parte de la superficie terrestre, muy a menudo en los lechos de ríos y lagos.
Cuando está húmeda, la arcilla se vuelve resbaladiza y plástica( es decir, fácil de moldear). Cuando está seca, se endurece y toma consistencia de piedra. Si la arcilla se calienta a elevadas temperaturas (unos 450°C) se produce en ella una transformación química y deja de ser plástica aunque se humedezca.
Esto significa que los ladrillos de arcilla cocida al horno pueden mojarse sin volverse blandos ni perder su forma. Los ladrillos se cuecen a una temperatura de 900 a 1,200°C; a partir de unos 550°C los ladrillos se vuelven de color rojo, oscureciéndose a medida que aumenta la temperatura.
¿Cómo se fabrica un ladrillo?
Básicamente, la fabricación de ladrillos no ha cambiado demasiado desde la antigüedad, excepto que ahora la mayor parte del trabajo se hace a máquina. La arcilla se extrae con excavadoras mecánicas y una vez seca, se tritura en máquinas especiales y se tamiza para obtener partículas de tamaño uniforme. Después, la arcilla se mezcla con agua hasta formar una pasta espesa y entonces se hace pasar bajo presión a través de unas boquillas de forma cuadrada, como una tira gigante de pasta dentífrica de sección cuadrada. Esta tira se corta luego en pedazos del tamaño apropiado, mediante cuchillas o alambres; los ladrillos blandos así obtenidos se secan primero en túneles calentados y acto seguido se transportan en pequeñas vagonetas hasta los hornos para el cocido.
Un ladrillo corriente es capaz de soportar una carga de unos 350 kilogramos por centímetro cuadrado sin romperse.
¿Cuáles tipos de ladrillos existen?
Ya que conocemos brevemente la historia del ladrillo es bueno saber que no todos son iguales; vamos a mencionar algunos tipos de ladrillos populares en las edificaciones:
Ladrillo Tradicional (cocido de arcilla)
Los ladrillos de arcilla fueron uno de los primeros producidos por los hombres con fines de construcción que resultaron ser fáciles de producir, resistentes y duraderos, como lo atestiguan los numerosos ejemplos que se pueden ver en todo el mundo que soportaron siglos de duras condiciones climáticas y guerras.
Ladrillo de adobe (ladrillos de barro y paja)
Un adobe es un material de construcción natural mezclado a partir de arena, arcilla y paja, estiércol u otros materiales fibrosos, que se forma en ladrillos usando marcos y secado al sol. Las estructuras construidas con ladrillo de adobe son extremadamente duraderas; los edificios construidos con este tipo de ladrillo ofrecen ventajas significativas en climas cálidos y secos, ya que permanecen más fríos puesto que el adobe almacena y libera calor muy lentamente.
Ladrillo refractario
El ladrillo refractario se utiliza normalmente en ambientes de alta temperatura debido a su falta de inflamabilidad y porque es un aislante decente, lo que reduce la cantidad de pérdida de energía. El ladrillo refractario se compone típicamente de óxidos de aluminio y sílice.
){kind=link}
0 Comentarios